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Alemania inaugura su primera terminal flotante de GNL

Alemania ha inaugurado esta semana su primera terminal flotante de GNL. Se trata de un plan del Gobierno para sustituir el gas ruso mediante la importación de GNL.

Tras el ataque de Rusia a Ucrania, el cese del suministro de gas por parte de Gazprom y la posterior desconexión del gasoducto Nord Stream 1, a Alemania le faltan unos 50 bcm de gas en los suministros anuales. En este sentido, una nueva infraestructura que permita la importación de GNL es considerada como un sustituto viable.

El 15 de noviembre, el ministro de Economía del estado alemán de Baja Sajonia, Olaf Lies, visitó el puerto de Wilhelmshaven. Después de seis meses, se completó la construcción de la infraestructura para apoyar una terminal flotante de GNL (FSRU): un muelle, tuberías y líneas eléctricas.

«Alemania mira hoy a Wilhelmshaven. La nueva terminal de GNL es un gran paso hacia un abastecimiento energético seguro», destacó Lies, señalando la pronta decisión de centrarse en Wilhelmshaven y en la infraestructura portuaria existente como los principales motores de la velocidad.

La finalización en 194 días representó un ritmo de construcción sin precedentes en Alemania, que fue posible gracias a las excepciones de permisos y a la supresión de las evaluaciones de impacto ambiental. A mediados de diciembre está prevista la llegada del buque Hoegh Esperanza. Anteriormente estuvo desplegado durante tres años en el puerto chino de Tianjin. Un despliegue posterior en Australia se canceló por motivos medioambientales.

GAS RUSO POR GNL

La FLNG puede regasificar un mínimo de 5 bcm de GNL al año, con una capacidad máxima de 7,5 bcm. Alimentará el gas a la red alemana a través de un gasoducto con una capacidad anual de 10 bcm. Se espera una segunda FSRU a finales de diciembre, seguida de otras tres el año que viene.

En total, el gobierno alemán espera sustituir entre el 50% y el 60% del gas ruso por GNL en 2023.

Los grupos ecologistas, que en gran medida quedaron al margen del proceso de construcción, han expresado su preocupación por la contaminación. Se espera que Uniper, un gigante del gas en crisis y operador de la infraestructura, limpie sus instalaciones con cloro, que luego se verterá al mar.

«Se avecina un accidente químico en Wilhelmshaven y en las demás instalaciones de GNL. Según los documentos de solicitud, Uniper quiere verter en el Mar del Norte con su buque terminal de GNL una cantidad de biocida diez veces superior a la que se consideraba aceptable hasta ahora en un emplazamiento comparable», declaró Sascha Müller-Kraenner, director general de Acción Medioambiental Alemania (DUH).

Los Verdes son el socio menor del nuevo gobierno de Baja Sajonia y están a cargo del Ministerio de Medio Ambiente. Según el ministro de Medio Ambiente de los Verdes, Christian Meyer, no habrá rebajas medioambientales y, si se superan los valores límite o hay peligro para el medio ambiente, el ministerio tomará contramedidas.

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