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Derrame de petróleo en costas peruanas pone en aprietos a Repsol

El presidente de la compañía en Perú reconoció que «un error de percepción» hizo que no vean la magnitud del problema desde un inicio. Repsol ha emprendido una amplia tarea de limpieza y remediación.

(#RadarEnergetico).- El sábado 15 de enero, en el proceso de descarga de un buque petrolero que portaba 1 millón de barriles para ser procesados en la refinería La Pampilla, operada por Repsol, ocurrió un ‘oleaje anómalo’, según la empresa, que provocó que las tuberías  se desconectaran vertiendo al mar alrededor de 6.000 barriles de petróleo crudo, lo que ha provocado afectación ambiental y reacciones de la opinión pública y autoridades peruanas.

El derrame se registró en una playa ubicada en el distrito de Ventanilla, en la región de El Callao, al norte de la ciudad de Lima, reportaron los medios de prensa.

Desde entonces, se han realizado trabajos de contención de la mancha oleosa, aunque se ha cuestionado la lentitud de las operaciones, mientras sectores afectados como los pescadores y nativos de la zona han denunciado daños considerables.

Según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), la extensión del área afectada en la playa y litoral es de 180 hectáreas, y en el mar de 713 hectáreas, de acuerdo a la última medición realizada este domingo, reportado por la DW.

El ministro del Ambiente, Rubén José Ramírez Mateo, dijo que Repsol se comprometió a descontaminar, remediar y curar el suelo. Al respecto, la Refinería La Pampilla comunicó que dispuso cuadrillas con equipo especializado para que efectúen labores de remediación en las playas Cavero, Bahía Blanca y Santa Rosa en Ventanilla.

El presidente de la empresa Repsol Perú, Jaime Fernández-Cuesta, admitió el domingo (23.1) que la compañía tuvo un «error de percepción» sobre la magnitud del derrame de petróleo y que recién conoció el impacto del «desastre ambiental» al día siguiente del suceso.

«Seguro hemos cometido errores, el tema de la cantidad reportada en un informe preliminar, el no haber sido capaces de ver que habían manchas de petróleo en el mar hasta el día siguiente», dijo en una entrevista  a la televisora Latina.

En el mismo espacio, el ejecutivo dijo que están «asumiendo las consecuencias del desastre sin escatimar un dólar».

La petrolera dijo en un comunicado que “está colaborando estrechamente con la sociedad civil y las autoridades peruanas para avanzar lo más rápidamente posible en la remediación de las áreas afectadas por el derrame de petróleo en el litoral peruano”.

OPERACIÓN LIMPIEZA

Tras la constatación de la magnitud del problema, la empresa ha dispuesto todas las medidas necesarias para brindar soluciones rápidas a la situación.

Repsol Perú dijo ayer que “2,200 personas que participan en la limpieza del mar y el litoral peruano, además de 300 efectivos de las Fuerzas Armadas destinados a estas labores. Hoy (25.1) se prevé la incorporación de 225 personas adicionales. Repsol dispone actualmente de 73 unidades de maquinaria pesada, 9 skimmers (equipos de limpieza marina), 27 embarcaciones mayores, 90 embarcaciones menores y 9 tanques flotantes. La empresa tiene instaladas en el mar barreras de contención que suman 4,440 metros entre las playas Cavero y Faro Chancay”.

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AFECTACIÓN. El derrame ha afectado 4 Km de playa.

SANCIONES

Si bien la prioridad es contener y remediar el daño, de todos modos, según las autoridades peruanas, la empresa tendría sanciones que podrían oscilar los $us 35 millones.

La primera ministra de Perú, Mirtha Vásquez, aseguró que su gobierno busca sancionar a Repsol y dejó abiertas otras opciones. «Estamos evaluando los aspectos legales, todavía no podemos decir si se va a suspender una licencia o no», dijo.

El presidente de Perú, Pedro Castillo, dijo el martes que «la empresa tiene que pagar por los daños a la población y recuperar el daño a la naturaleza, al mar».

Según reportes de prensa, la empresa sostiene que un oleaje anómalo provocó que las tuberías de suministro del petróleo se desconectaran y generaron el derrame, precisamente el día que una erupción volcánica estalló en la remota isla de Tonga y motivó alertas de tsunami en Ecuador, Perú y Chile.