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El sector privado invierte y opera, el Estado regula: uno de los factores para el éxito del sector eléctrico chileno

No existen subsidios a la energía.  

(#RadarEnergetico).- “El Estado no tiene un rol productivo en Chile. Eso es importante dejarlo claro”, dice Ana Lia Rojas, Directora Ejecutiva de la Asociación Chilena de Energías Renovables (ACERA), en entrevista con Radar Energético.

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Todo el andamiaje operativo del sector eléctrico chileno, en toda la cadena desde la generación hasta la distribución de energía, está en manos privadas.

Esta sería una de las razones para haber desarrollado un sector eléctrico en el que el 100% de las adiciones de energía en la última década y todos los proyectos futuros son de fuentes renovables.

El Estado lo que si hace es dar los preceptos legales en cuyo marco operan los privados, además, bajo la ley de la competencia. “Es un Estado regulador y también un Estado fiscalizador”, dice Rojas.

Esta es una regla en todo el sector productivo chileno -salvo dos excepciones– la explotación del cobre y la refinación de petróleo a través de sus empresas estatales, Codelco y Enap, respectivamente.

“La regla es que la empresa privada es la que desarrolla las iniciativas, las financia, las construye y las opera. Esa es la cadena de valor del sector eléctrico chileno”, enfatiza la ejecutiva.

El resultado es que en la última década ha incrementado la capacidad de generación eléctrica en base a fuentes renovables, especialmente solar y eólica en más de 11.000 megavatios (11 GW), cifra que ha colocado al país en la cima de los modelos mundiales de desarrollo energético.

Este modelo exitoso ha permitido también tener energía cada vez más barata, más abundante y a la par del crecimiento económico o incluso encima de este.

En general, uno de los factores que marcan este camino de buenos resultados es que desde hace alrededor de 20 años se establecieron con claridad los roles de los actores del sector energético. Trazando políticas de Estado claras, de apertura al capital privado y estableciendo normativa que se adapte a la realidad de cada fuente de generación.

Y además, poniendo como base fundamental la competencia en un mercado abierto, lo que ha evitado al Estado chileno extender subsidios económicos como ocurre en otros países de la región.

Con datos a julio de 2022, la capacidad instalada sólo de fuentes renovables no convencionales (ERNC) –que incluye a las energías solar, eólica, termosolar, mini hidráulica de pasada, bioenergía y geotermia- alcanza a 13.275 megavatios (13,2 GW) de potencia.

La capacidad instalada total de electricidad en Chile es de (+-) 32 GW de potencia. Es decir 10 veces mayor a la de Bolivia que llega a 3 GW aproximadamente, de los cuales se consumen 1,5GW.

CHILE-CAPACIDAD INSTALADA DE ELECTRICIDAD / EN MEGAVATIOS (MW)