La isla ártica pide apoyo para su sector minero estratégico y advierte que, de no obtenerlo de Europa y EE. UU., recurrirá a Pekín.
(#RadarEnergetico)_ Groenlandia ha advertido a Estados Unidos y a las naciones europeas a invertir en su incipiente industria minera, advirtiendo que la falta de compromiso por parte de Occidente podría empujar al territorio ártico a estrechar lazos con China. Así lo afirmó Naaja Nathanielsen, ministra de Negocios y Recursos Minerales de Groenlandia, en una entrevista con el Financial Times.
«Queremos desarrollar y diversificar nuestro sector empresarial, y para eso necesitamos inversiones externas», señaló Nathanielsen. Si bien expresó su clara preferencia por trabajar con socios europeos y estadounidenses, advirtió que, si estos no se comprometen, Groenlandia deberá explorar otras opciones, incluida la cooperación con China.
Como territorio semiautónomo del Reino de Dinamarca, Groenlandia alberga vastos yacimientos minerales estratégicos, muchos de ellos aún sin explotar, que incluyen recursos codiciados por las potencias occidentales como las tierras raras. Actualmente, China domina el mercado global de estos minerales: concentra el 60 % de la producción minera y casi la totalidad del proceso de refinado, lo que la posiciona como un actor casi monopólico.
El gobierno groenlandés considera la expansión del sector minero como una pieza clave para diversificar su economía, aun fuertemente dependiente de los subsidios daneses. De hecho, hasta 40 de los minerales presentes en su territorio figuran en las listas de recursos críticos tanto de Estados Unidos como de la Unión Europea.
Un memorando de entendimiento firmado durante la presidencia de Donald Trump para apoyar el desarrollo minero de Groenlandia está a punto de expirar, y los intentos de renovarlo bajo la administración de Joe Biden han resultado infructuosos.
Pese a los desafíos, Groenlandia ha comenzado a dar pasos concretos. Recientemente otorgó su primera licencia minera bajo un nuevo código legal a un consorcio franco-danés, que invertirá 150 millones de euros en la extracción de anortosita, un mineral utilizado en la producción de fibra de vidrio. Se espera que la construcción de la mina, ubicada en el oeste de la isla, comience el próximo año y entre en operación dentro de cinco años, según declaraciones de Nathanielsen reseñadas por Reuters.