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Guyana: el nuevo campo de batalla petrolero entre gigantes de EE. UU.

Chevron, Exxon y CNOOC se disputan una participación clave en uno de los proyectos más rentables del planeta, con 11.000 millones de barriles en juego.

(#RadarEnergetico)_ Una batalla de alto perfil sacude la industria energética global: Chevron y ExxonMobil se enfrentan por el control de una participación estratégica en el bloque Stabroek, en aguas profundas de Guyana, que alberga unos 11.000 millones de barriles de petróleo descubiertos. Chevron busca adquirir la participación del 30 % que actualmente posee Hess Corp, parte de un consorcio junto a Exxon (45 %) y la china CNOOC (25 %). La operación, valuada en 53.000 millones de dólares, ha sido detenida por una disputa legal que se encuentra ahora en arbitraje internacional.

El panel de arbitraje, con sede en Londres, deberá resolver si el acuerdo de operación conjunta (OAC) permite a Exxon y CNOOC ejercer su derecho preferente para comprar la participación de Hess antes de que Chevron complete su adquisición. Mientras Chevron sostiene que el OAC no se aplica a fusiones corporativas completas, sus rivales insisten en que sí. Las audiencias comenzaron esta semana a puertas cerradas y se espera un fallo para agosto o septiembre de este año.

La importancia del bloque Stabroek es difícil de exagerar: actualmente produce más de 660.000 barriles diarios y se proyecta que supere los 1,7 millones diarios para 2030. Gracias a su bajo costo de extracción —menos de 30 dólares por barril— y su alta rentabilidad, Guyana se ha convertido en el tercer mayor productor de petróleo per cápita del mundo. En 2023, las operaciones conjuntas de Exxon, Hess y CNOOC generaron 6.330 millones de dólares en beneficios netos, y se estima que los ingresos totales del bloque podrían alcanzar los 182.000 millones en los próximos 15 años.

Para Chevron, el desenlace de este arbitraje es decisivo. La compañía ha enfrentado una caída sostenida en su tasa de reemplazo de reservas, que se ubica por debajo del 100 %, lo que significa que está consumiendo petróleo más rápido de lo que puede reponerlo. Aunque ha iniciado proyectos en Kazajistán y el Golfo de México, su gran apuesta de futuro es Guyana, una región de altísimo rendimiento donde aún quedan vastas reservas por explotar.

Mientras tanto, Exxon ha fortalecido su presencia en la Cuenca Pérmica mediante la compra de Pioneer Natural Resources por 60.000 millones de dólares, consolidando su liderazgo en producción. Sin embargo, la resolución de este conflicto marcará el próximo gran movimiento geoestratégico en el mapa energético mundial, con Guyana como pieza clave.

“Guyana es uno de los proyectos de petróleo y gas más preciados del planeta”, afirmó Luiz Hayum, analista de Wood Mackenzie. Y por ello, ninguno de estos gigantes está dispuesto a ceder terreno.